
Panasonic Lumix TZ99
6.3 mm
f/3.7
1/80 s
ISO500
EXP 0
Mi «foto del día» de hoy fue capturada justo cuando el sol estaba a punto de desaparecer tras el horizonte. En el denso entramado del bosque, donde la mayoría de los árboles ya estaban envueltos en la sombra de la tarde, un último y poderoso rayo de luz encontró su camino.
Es fascinante cómo la luz no solo ilumina, sino que transforma lo que toca. Ese haz de sol tardío no se limitó a mostrar las ramas; las encendió, convirtiendo la corteza y las agujas de pino en oro líquido y fuego. Es un contraste efímero: el verde oscuro y el negro de la noche inminente se rinden por un instante ante la intensidad cálida del naranja.
Esta imagen me recuerda que, incluso en el momento de mayor oscuridad o densidad, siempre hay un destello de brillo esperando ser descubierto. A veces, la belleza más intensa es la que aparece justo antes de que todo se apague, una última y vibrante promesa de luz.
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