
Nikon D300 + AF NIKKOR 50mm
50 mm
f/2
1/20 s
ISO800
EXP 0
Hoy, mi «foto del día» no es solo una imagen, es un homenaje. Con motivo del Día Mundial del Café Espresso, quise capturar el momento exacto en que la magia sucede: el nacimiento de una pequeña taza de pura intensidad.
La máquina, con su luz azul encendida, se convierte en un templo moderno donde el agua caliente se encuentra con el café molido bajo presión. Ese vapor ascendente y ese chorro oscuro y fragante que cae en la taza blanca son el preludio de un placer cotidiano. Es el sonido, el aroma y la promesa de un nuevo comienzo o de una pausa reconfortante.
El espresso no es solo una bebida; es un ritual, una ciencia y un arte. Nos invita a detenernos, a saborear el presente y a apreciar la energía concentrada que nos impulsa. ¡Brindemos hoy por esta pequeña pero poderosa creación que alegra nuestros días!
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